L.A. – Close To You - Acústico
Qué curioso es el tiempo que a veces pierde su sentido. Y qué precavida es la esperanza si no tiene todas las de ganar. Tiempo y esperanza, significados corruptos que se protegen entre sí.
Su corazón se convirtió en hiedra, se aferró fuertemente a la vida. Tenía un corazón superdotado. Un ejército de vida entre su pecho y espalda. Un grito apasionado.
Tras dos días corriendo sin parar, moviéndose a 120 sin poder desplazarse un milímetro, dos días latiendo sin razón; con tiempo pero sin esperanza. Tras dos días sintiendo cada minuto a 120 pulsaciones, paró. No bruscamente, pero paró. Paró...paró. Como cuando alguien apaga la luz de una habitación pensando que no hay nadie, pero alguien está ahí: - ¡Hey!, la luz...
Su corazón se deshizo como azúcar en la boca. Tan simple que asusta.
Q bien escribes cuando t pones... ;) mucho ánimo, Chechi!!
ResponderEliminar1besito!
María.